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Foto de Daniel Mordzinski de El País
Ayer, cuando estaba
dando mis clases habituales, me llegó un mensaje que no pude leer hasta la hora
del recreo. Era la comunicación de la muerte de un gran humanista-economista-escritor como
es José Luis Sampedro. Me llevé un gran disgusto, la verdad. Él escribió uno de mis libros
favoritos, "La vieja sirena" (1990).
Disfruté tanto cuando lo leí que al poco tiempo volví a leerlo y me gustó más
todavía. La crónica social y política de la Grecia del siglo III, el
periodo de los poemas vanguardistas de Calímaco y los textos enigmáticos de
Licofrón, le sirven para confraternizar (que no confrontar) lo real (histórico)
con la fantasía. Su elección de la era helenística no podía ser inocente. Un
periodo de crisis, de transición, de incertidumbre en la vida, el arte y las
ciencias. La
vieja sirena es un apasionado canto a la vida en una novela que es tanto
recreación histórica como relato fantástico de inusual lirismo y sensualidad,
tanto reflexión humanista sobre el poder como aguda parábola sobre nuestro
inestable presente.
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Seguiré leyendo sus novelas y sus escritos y recomendando su lectura a todos mis alumn@s.
"La grandeza del ser humano es el pensamiento, sobre todo el pensamiento libre"
José Luis Sampedro